jueves, 12 de marzo de 2015

CHÁCHARA MEDICAMENTOSA

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

VI


¿Qué te pasa Manué, que estás más serio que un gato cagando?

Cucha picha, que he ido hoy ar méico y me ha escuacharingao er día. ¡Pos no dice er tio joio que no tengo ná! ¿sabré yo lo que tengo? Y va y me suerta que no tengo que tomá ningún medicamento, que estoy más sano que los pensamientos de la Heidi. Pos claro que estoy sano, porque me tomo una jartá de medicamentos, que sino, jace ya una jartá de tiempo que estoy criando marvas.

Manué, pero es que tú te pasas tres pueblos, que te tomas hasta el sintróm de tu suegra joder!!

Es que a mi los medicamentos me dan mucha seguridá picha, son lo más pareció a un milagro: tú te tomas una pastilla y se te pone dura, yo me tomo otra y se me quita er doló de cabeza y mi Lola se toma otra y no se queda embarazá, es que son milagrosas jodé.

No digas tonterías Manué, si tu Lola no se queda embarazá, ni aunque le metan el niño ya hecho.

Cucha picha, ¿Cómo sabrá una aspirina tan chiquinina como es, a qué parte der cuerpo tiene que ir?
Te la tomas, llega al estómago y dice…Güenasss ¿es aquí ande está er doló? No, eso va a ser en el piso de arriba, en la cabeza, al lado del hipotálamo, cuando llegues allí pregunte usted por Migrañas.
Oye picha, y llega! A mí me pregunta tú ande está el hipotálamo ese, y te mando ar zoo der tirón.

Las pastillas que más me gustan son las blancas, se ven tan limpias, no sé, parecen como que curan más. Las cápsulas las encuentro más frívolas, parecen que son más chillonas ¿verdá? Siempre me he preguntao ¿pa qué cojone les pondrán esos colorines, si en el estómago no tenemos ojos? Que aprendan de los supositorios. A nadie se les ha ocurrió hacerlos de colores cómo los helaos, porque tor mundo sabe que por muchos colorines que le pongan, con el tercé ojo no se puede leer novelas picha!!

Otra cosa que me’ncanta de los medicamentos son los prospectos. Na má que con leerlo y ver la cantidá de cosas que cura, te pones hasta mejó y tó. Bueno menos con los de los tranquilizantes, porque te pones a leé los efectos secundarios y - Este medicamento le puede producir : mareos, temblor, cefaleas, insomnio con ansiedad y depresión, visión borrosa, sequedad en la boca, estreñimiento, taquicardia - Pero ¿cómo cojone puede eso tranquilizá a arguien?

Eso si picha, cuando se está joio de verdá, lo mejó son las inyecciones, lo que pasa es que dan un poco de yuyu. Y yo encima tengo tanta mala suerte que siempre me las pone er practicante. Claro Manué, ¿Quién coño te las vá a poner sino? El que pone siempre las inyecciones. No picha, que a mí siempre me toca er tío ese que practica con mi culo, si quiere practicá que lo haga con su padre y que aluego cuando ya esté ducho en la materia que venga. 

Manué cojone, cada día estás más changao, ¡eres más torpe que un guarro chico!

Picha, tú desde que te comes los mocos eres mu listo. ¿Sabes lo que pasa? que cuando está mal de verdá, dices, amos pa’lante y te bajas los pantalones y los gayumbos y er tío se te pone atrá tuyo sin jacé ningún ruio. Y tú allí má mosqueao que naranjito en la fábrica del Zumosol. Y te preguntas ¿qué coño estará haciendo er tío ese ahí detrá? ¿se habrá ido? No, porque de pronto te dice… ¡Relaje la nalga! ¿Cómo que relaje la narga? Fíjate tu picha, yo con er culo al aire y un tio atrá mio no me relajo ni jarto de tranquilmazín.

Manué, vaya matraca me has dao hoy con las medicinas, seguro que estuviste ayer todo el día con Rafaé el boticario. Si lo llego a saber, paso de largo y no entro en el bar de Paco.

Picha, antes de irte págate argo joé, que tienes menos detalles que un seat panda!!

C. Abril C.

lunes, 9 de febrero de 2015

CUANDO EL DIABLO NO TIENE NADA QUE HACER

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

V


Manué, no me líes otra vez  con esas historias tuyas para no dormir joder, que tengo todavía que hacer un montón de cosas y fíjate tú la hora que es. ¿Si llego a saber que estás aquí  tomando el sol a la recacha como los lagartos? no bajo a comprar el pan, aunque me hubiera tenido que comer los garbanzos con rebanadas de bimbo, que eso si que sabe mal.

¡Cucha picha¡ párate un rato aquí conmigo joé, que tienes siempre má prisa que mi Lola con cagaleras.

¿Tú ta’cuerdas da’quel gachó que vivía al lao de la parada del autobú? En er 48 creo que es.

¿Aquél que tenía una coleta de caballo?

¡Si, er mesmo¡ aque’r tío que parecía un funcionario de ventanilla, más serio que’r que se la lió a Manolete. Pos fíjate tú, picha ¡casualidades de la vía¡ el otro día me’nteré ¡y es de güena fuente, eh¡ que ya sabes tú que mi servicio de información es de primera división como mi Cái.

Pero que cojones dices Manué, si tu Cái está en segunda división B, que hace ya una pila de años que no se le ve el plumero por el Santiago Bernabéu.

¡Calla picha¡ no me lo recuerdes, que hasta se me quitan las ganas de trabajá.

¿Trabajar tú Manué? Pero si tu estas jubilado desde los treinta so mamón, que cada vez que pienso en el dineral que me quitan a mi del -i erre pe efe- ese todos los meses, para pagarle a los cuatro rajamantas como tú, me dan ganas de coger el lanzallamas y chamuscarle los bigotes a todos los tíos esos de la Hacienda Pública.

Güeno picha no te pongas así joé, y déjame que te cuente. Que no te callas ni debajo l’agua, y luego dices tú que soy yo er que no te deja hablá.
Pos resurta que’r jueves pasao se encontró con un amigo que hacía ya una jartá que no se veían, y hablando de sus cosillas se entera que su amigo s’abía separao hacía tres meses, pero que no se le veía por ello mucha pesadumbre que digamos, al contrario, que como que estaba hasta mejó y tó fíjate tú y le preguntó que ¿si esa mejoría de ánimo se debía a la muñeca hinchable? Y le contestó su amigo que las muñecas esas estaban ya pasá de móa, que lo que se llevaban ahora eran los cocodrilos del Nilo.

¡Vete a hacer puñetas Manué¡ Siempre con tus tonterías haciéndome perder el tiempo.

Que no picha, eso mesmo le dijo er tío de la coleta, que no se lo creía. Entonces el otro se lo llevó a su casa, pa hacerle una demostración in situ del arte que tenían esos cocodrilos.

Manué, a ti te cuentan un chiste en el bar de los jubiletas, lo arrebujas, y luego me lo sueltas a mí como si fuera un acontecimiento real. ¡Con la prisa que tengo yo¡

Cucha, deja que t’acabe de contá joé. Pos resurta que una vé que estaban en er salón, er tío se bajó los pantalones y los gayumbos. Dá un sirbío (como si estuviera llamando a un perro) y sale de l’habitación un cocodrilo de cinco metros con  la boca abierta, le cogió er ciruelo y le hizo una marsellesa ¡que pa qué te cuento!. Cuando ya acabó, agarró un zapato y le endiñó ar cocodrilo dos o tres zapatazos en lo arto la cabeza, y er bicho lo sortó, se fue pa l’habitación y se metió debajo de la cama.
Er coleta se quedó traspuesto.! Si no lo veo, no lo creo, le dijo¡
Entonces el amigo le dijo, ¿quieres probá tú?
Y dice er coleta… ¡Bueno¡ ¡Pero cuando acabes, a mi no me dé tan fuerte con er zapato que hoy me’levantao con jaqueca!

¡Me cago en tó tus muelas Manué, siempre me tomas el pelo con tus pamplinas¡


C. Abril C.

                                                                                                                                

domingo, 1 de febrero de 2015

EL MENTIDERO

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

IV    


!Anda quillo, invítame a una rubia¡ que te gastas menos que el Juez Bermúdez en peluquería so joio.

Manué, tu siempre con tus tonterías por delante, pero sableando a todo el que te saluda.
¿Porqué no me cuentas algo con sustancia? por ejemplo, de tu niñez, que de ahí seguro que saco yo material para escribir en mi blog, para por lo menos un año.

Si picha, pero con una rubia no tengo yo ni para aclararme las ideas, que tu sabes que yo urtimamente, entre unas cosas y otras, tengo la pelota como pa que la dejen tranquila en er banderín der corne.

!Venga Manué, menudo repertorio tienes tú, si el Eduardo Punset ese, a tu lado es un maletilla. Pues anda que no tienes tu que contar mentiras todavía aquí en casa de Paco, que por cierto Manué, me he enterado que le quiere cambiar el nombre.
El mentidero le va a poner en honor tuyo !fíjate tu¡

!No tienes guasa tu ni ná, picha¡
!Siéntate y escucha¡ con esas orejas que tienes, que parecen dos medias castañuela.

Cuando yo nací, mi padre estaba jugando a las cartas en el ba de Rogelio. Mi agüela, que tamién de ve en cuando se echaba unas partías ar subastao y aprovechaba pa pimplarse do o tre copazos de aní, sabía de sobra ande estaba su hijo (mi padre) y se jué pa'lli corriendo pa decierle que había tenío un varón.

Mi padre entonces, de la alegría que le dio, se jué de juerga con los amiguetes y no vorvió por casa hasta er día de mi bautizo, tres mese despué.

Cuando me vio, dice mi madre que dijo, joé con er zagá, tiene ma pelos ya, que cuando yo me juí a la mili.

Eso si, mi bautizo según me contó mi madrina Dorotea, fue por to lo arto.
Aunque dice que al principio hubo un pequeño rifirrafe entre mi padre y er cura.
Mi padre quería que me bautizaran con agua de "carabaña" aguardiente pa que tú me'ntienda, y er cura, Don migué, que ni se le ocurriera vaciá  en la pila bautismá la botella que traía en la mano, porque si lo hacía, avisaría a lo municipale y desalojarian la iglesia.
¿Pero qué se habrán creído este atajo de infieles?
¿A saber qué contiene la botella esa?
-Dicen que farfullaba Don Migué-

Picha, yo pa'mi que Don Migué, el orfato lo tenía joio, porque no olé el aguardiente que vendía Rogelio, es como pasá por la puerta de la pescadería de Rosita y que no te dé er tufo a bacalao.

Lo que te iba contando quillo, que ar finá, entre mi tío Nicasio, Manolito el verdolaga (amigo de la familia) y mi padrino Vicente (al que le llamaban piquito de oro porque er probe cada vé que abría la boca, pa'ntenderlo había que consurtá a un logopeda) consiguieron apaciguá los ánimos exartaos de mi padre y accedió entonces a que Don Migué me mojara er cogote con el agua bendita.

Menuo espectáculo tubieron que montá er día de mi bautizo tó los figura aquéllo, fíjate tú cómo sería, que desde entonce, a mi tor mundo me conoce como -Machaquito-
Ves picha, y aluego tú te pregunta que ¿de donde me viene a mi esta afición por las rubias?

!Paco, pon otra mientra le doy er visto güeno a los cuatro garabato que ha escrito er picha este y que te la pague!

C. Abril C.




sábado, 31 de enero de 2015

LA PRÓSTATA

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

III


¡Manué, qué mala cara tiene hoy joé!, parece como si anoche te hubieras zampao dos bandejas de ensaladilla rusa con salmonelosis. 
¡Calla picha! que he estao esta mañana en er méico y he salio de allí ma acojonao que Curro Romero de la Maestranza de Sevilla en una corría de Miuras…
¿Y eso quillo?
Anda picha, siéntate y escucha lo que te voy a decí. 
Pos resulta que llevo ya pa dos meses, que me pongo a meá y eso parece el caño de la fuente de Cantarrana en el me de agosto, cada tres segundos una gota, y así no hay manera oiga, que`sque me tiro con er pájaro en la mano media hora pa podé echá las cervecitas der medio día. 
¡Y ya uno, hasta se aburre joé!. 
Se lo conté a mi Lola, entre otras cosas porque estaba ya má mosqueá que un pavo cuando escucha tocá una pandereta. Cada do por tré me preguntaba lo mesmo
¿Qué coño hace en el baño tanto rato Manué? 
¡Ni que estuvieras escribiendo un poema con el muñeco!
Tienes que ir al urólogo pichita ¡que seguro que es de la próstata! 
¿La qué? 
!La próstata¡
¿Y eso que es lo que es, Lola?
Desde luego Manué, lo tuyo son: las cervecitas en el bar, y mirarle el de sentarse a todas las mujeres que pasan delante de él. 
¡Vaya tela el pedazo de intelectual que tengo yo por marío! 
Anda, vete al consultorio y pídele al médico cita para el urólogo, que a este paso vamos a tener que avisar a tu hermano Rafaé, el paleta, y que haga otro cuarto de baño para el resto de los que vivimos en esta casa.
¿Y qué ta dicho el urólogo Manué?
¡Que tengo la protesta como un melón merendaero!
-y que seguramente me tiene que operá-
-y que jacé las relaciones, pos que ya no será como antes-
¿y yo que sé picha, qué cantidá de cosas más m`a dicho er tio ese?.
Me tuvo tirao en una camilla delante de un ordenadó por lo meno tres cuarto de hora, me preguntó una jartá de cosas, hasta que llegó al tema de la bebía y le sorté de un tirón que yo bebía de tó meno agua y trinaranju, que`sque a mi la bebía sin gá y sin arcó no me sentaban mu bien que digamos. 
Entonces er tío se me quedó mu serio mirándome y me dijo… 
Pues mira hombre ya que estamos aquí, le miraré también el hígado ¿a ver que tal?
¡Tiene usted el hígado como un chaval de dieciséis años!
¡Coño Manué!,  ¿eso es bueno, no?
¿Bueno picha?
¿Tú sabe lo que beben hoy día los zagales de 16 años?

!Si están ma tiempo en la botellona que en er instituto¡
¡Beben má arcó, que un burro agua!
Sin ir má lejo picha… er mé pasao, se mató uno aquí en el barrio, en un asidente de moto, lo insineraron, y despué de dos horas, los operarios del crematorio municipá tuvieron que llamá a los bomberos, porque no había cojone de que'r niño s`apagara.

C. Abril C.

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miércoles, 28 de enero de 2015

LA MEDIO RUBIA

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

II

Mi amigo Manué siempre fue muy engreido, y con respecto a las artes de la seducción, más aún. Siempre anda jactándose de llevarse al tálamo a las mejores hembras de la ciudad y su periferia. Claro que también es una jartá de roñoso, más por necesidad que por vicio, porque el hombre también pertenece al igual que yo, a la cofradía del “Santo Tieso”.

El otro día, de vuelta del trabajo, cuando ya me disponía a subir para casa, me lo encuentro en la puerta del Videoclub, salía de entregar un par de películas que había alquilado el fin de semana.
Nos saludamos y le dije...
¿Tomamos una cerveza en el bar de Paco?
¡No picha! que tengo que contarte una cosa mu seria, mu profunda y como dice er cocinero ese que sale por la tele, con mucho fundamento, y ahí, en casa Paco, hay más cotilleo que en la pescadería de Rosita!
Así que, aprovechando que mi Lola no está en casa (que sa`caba de ir a la peluquería a que le pongan las mechas de cada siete días) ¡Pa mí que a la joia se las pintan con rotuladó, porque no me explico cómo le duran tan poco tiempo! te invito yo a tomarnos unas cervecitas y der tirón te cuento la urtima conquista.

Subimos a su casa, y nada más llegar, sacó de la nevera un par de latas de 33 centilitros de esas que se compran en el Carrefour a 14 céntimos de Euros, que la importan de no sé qué coño país, a más de 3.000 kilómetros y que no hay cojones de bebérselas como no estén frías como el carámbano. Acto seguido me pregunta el gachó muy serio
¿Quieres vaso o te la bebe a morro?
Yo le iba a contestar que, a una cerveza de importación lo que mejor le sienta es una copa de cristal de Bohemia, pero me pareció una jartá chungo ironizar en aquélla circunstancias.
¡A morro tío! ¡A morro! que si no luego, Lola capaz es de hacértelos fregar…
¡Manué, está que te cagas!
Por cierto, ¿no tendrá por ahí unas almendras tostadas o unos tacos de jamón de esos para tirar? Es que a mi estas cervezas de importación sin acompañamiento me sientan mal…
Se me quedó mirando un rato sin pestañear y me soltó…
¡Pero qué mamón llegas a sé!
Encima que te hago ahorrarte unas convidá en el bá de Paco, que te meto en mi casa, que te cuento lo que a nadie (que esto mío si que es calidá y no las pelis pornos que tiene manolo en er videoclub) y vas tú y te canchondeas de mis cervezas.
¡Escucha con las orejas esas de plástico que tienes!
Ayé me llevé a la cama a una medio rubia que estaba de güena que quitaba er sentio (y te digo medio rubia, porque los únicos pelos que tenía rubios eran los de la cabeza) y no como mi Lola que pa sabé de qué coló tiene er pelo (er de la cabeza) hay que llamá al C. S. I. pa que le hagan una analítica de las de a conciencia.
¿Tú sabes tío qué piernas tenía?
 ¡Madre mía qué piernas!,
¡y qué pechos!
¡y qué culo!.

Y le pregunto…
¿Y de cara qué Manué?
Eso sí, la joia era cara de cojones… 75 Euros me costó.
¡Serás cabronazo!,
¿Y porqué en vez de gastarte ese dineral en revolcarte con la medio rubia, no te compraste unas cervecitas en condiciones? y así ahora, podrías tratar a los amigo como Dios manda!!


C. Abril C.

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lunes, 26 de enero de 2015

EXPERTO EN METEDURAS

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ


Chascarrillos

I

¡Güeno picha! te ví'a a contá lo que le sucedió a mi vecino Malospelos cuando andaba de novio con Manoli, la que ahora es su mujé.  Y es quer tio  ese tiene una facilidá enorme en meté… ¡en meté la pata!, porque lo que es en otras meteuras, anda de continuo, rememorando los tiempos aquéllos próximos al “si quiero”.
Que fíjate tú por dónde, una vé que “si quieres”, no metes ná más que la pata, y casi siempre hasta el corvejón, como dicen en mi pueblo.
Unos días antes de firmá el parte de defunción como experto en meteuras, le llamó por teléfono la madre que la parió, -porque aunque no lo creas, a ella (a la que en aquélla época era su novia) a esa, la parió una madre- y le dijo que fuera a su casa, que tenía que ultimá con él, la lista de invitaos y demá jarandazas propias del tan emotivo evento que se avecinaba.
La mu joia, ya le recibió en la puerta de entrada, con meno ropa que la que se está bañando, le zampó dos besos en los cachetes, y sin dá marcha atrá, se le quedó mirando a los ojos, y de un tirón le dijo: que él siempre le había parecio un hombre mu atractivo, que qué suerte tenía su hija, que dentro de tres días ya sería un hombre casao, y que antes de que eso ocurriera, quería darle un revolcón de esos de escándalo.
A continuación se fué pa su dormitorio, pisando el suelo como una gata en una noche de luna llena, y al llegá a la puerta se volvió y le dijo…

¡Malospelos!
¡ya sabes donde está la puerta de salida, si lo que quieres es marcharte!.

Se quedó allí tieso der tó, má tieso que`r bigote d`un Guardia Civí, durante por lo meno tres minutos, después salio corriendo escaleras pa`bajo como alma que lleva el demonio.

Cuando llegó casi sin aliento al coche, se apoyó sobre el capó y  vió al padre que la hizo, -porque aunque no te  crea picha, a ella (a la que en aquélla época era su novia) a esa la hizo un padre. 

Se acercó a él y le suerta er tío joio con cara de satisfacción: que lo que ellos querían es que su hija de sus entretelas, se casara con el hombre apropiao, que se les había ocurrio esta pequeña prueba y que por supuesto él, la había superao con matricula de honó.
Le echó el brazo por el hombro y despué le abrazó sin que pudiera reaccioná. 
Malospelos estaba má temblón que un gato recién salio de una alberca.
Ese día, fué la primera vé antes del “si quiero” que Malospelos pudo meté la pata, güeno la pata y argo má, porque si en vé de tené los condones en er coche, los llega a llevá encima... la meteura hubiera sio de órdago.

C. Abril C.